viernes, 14 de febrero de 2014

El incendio

Ha llegado el momento de parar y ser sinceros,
y con bandera blanca ir a negociar la rendición.
No me importa quién tenga razón, no somos críos.
Aprovechemos que la calma llegó, nos dio un respiro.

Ha llegado el momento de parar y ser sinceros,
de concedernos un instante y pensar qué nos pasó.
Disfrazamos nuestros miedos de no importa y lo entiendo.
Y ese fue el error.
No aceptar nuestras pequeñas diferencias nos mató.

Y ahora que la lluvia apagó las ascuas del incendio
Es hora de pensar si nuestro amor ardió o sigue ileso.
Buscar entre los restos un recuerdo de lo que fuimos
Decidir si volver a empezar, si tiene sentido.

Ha llegado el momento de parar y ser sinceros
De desnudarnos y decir sin maquillar lo que queremos.
Sólo el tiempo es capaz de curar corazones enfermos.
O comprobar que nada será igual después del incendio.

Y ahora que la lluvia apagó las ascuas del incendio.
Es hora de pensar si nuestro amor ardió o sigue ileso.
Buscar entre los restos un recuerdo de lo que fuimos.
Decidir si volver a empezar y si tiene sentido.

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