Cada noche
él regresa para volverla a ver.
Le pediría ser eternos,
fugarse al amanecer.
Cada noche la saluda
pero el valor sólo le llega
para pedirle un café.
Cada noche
ella espera volverle a ver.
Le pregunta por su día
mientras le prepara su café.
Cada noche,él pregunta
¿qué te debo por el café?
mientras ella sueña con canciones
y amanecer junto a él.
Y como cada noche
no se atreven
a decirse "quédate".
Y volviendo a la pregunta
suspirando ella le mira
y responde: "1,80 del café".